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Tras vivir un evento sumamente traumático en sus vidas (una intervención quirúrgica de gran relevancia, un abuso sexual, un atraco, un accidente, un cataclismo natural…), algunas personas comienzan a presentar signos de ansiedad, siendo uno de los principales detonantes el estrés postraumático (conocido por sus siglas TEPT).

En este sentido, los expertos en psicología señalan que el TEPT se trata de una afección de salud mental desarrollada por ciertos individuos, efectivamente, tras un suceso traumático que, probablemente, los haya puesto en peligro. Sin embargo, no siempre es así, pues los investigadores apuntan a la genética, la neurobiología y otros factores de riesgo como posibles responsables de dicha afección que, en determinados casos, no determinan la aparición de estrés postraumático.

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Tratamiento del trastorno de estrés postraumático

Confirmado por especialistas, la ansiedad es una de las consecuencias más usuales del TEPT. Así, esta puede dar la cara a través de flashbacks, pesadillas, hipervigilancia ante cualquier suceso, tensión sin un motivo aparente o evasión de personas y/o lugares que les liberan recuerdos del evento traumático. Aunque generalmente aparecen poco tiempo después del suceso, también pueden hacerlo más adelante, tardando meses o incluso años en presentarse.

No obstante, y a pesar de la gravedad que puede revestir este problema, lo cierto es que existen métodos con los que es posible tratarlo:

La psicoterapia es un tratamiento realizado a pacientes con determinadas enfermedades (especialmente nerviosas y mentales), consistente en la aplicación, siempre por parte de profesionales, de procedimientos psíquicos o psicológicos. Asimismo, existen diferentes tipos de psicoterapia:

  • Terapia cognitiva. Este tipo de terapia de conversación ayuda al paciente a identificar las formas de pensar (es decir, los patrones cognitivos) que provocan que se quede estancado, por ejemplo, con modos negativos o imprecisos de percibir situaciones normales. En el caso del TEPT, la terapia cognitiva frecuentemente se usa junto con la terapia de exposición.
  • Terapia de exposición. Esta terapia conductual les ayuda a enfrentarse de forma segura a aquello que les provoca miedo con el fin de que puedan aprender a afrontarlo de forma efectiva. Puede resultar especialmente útil para los flasbacks (técnicamente conocidos como reviviscencias), para los que en ocasiones se hace uso de la realidad virtual: esta permite volver a encontrarse ante la situación que causó el trauma.
  • Desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular. Estas dos técnicas combinan la terapia de exposición con una serie de movimientos oculares guiados que contribuyen a procesar los recuerdos traumáticos y a modificar la forma en la que se reacciona ante su aparición.

Qué hacer previamente

Aunque los métodos empleados para reducir la ansiedad derivada del estrés postraumático sean efectivos en la mayoría de los casos, para algunos pacientes resulta imprescindible realizar por su cuenta determinadas acciones que le ayuden a apaciguarla y así llevarlas a cabo al inicio de la terapia o antes de la misma:

  • Anotar cualquier síntoma que se haya presentado y que crea que puede relacionarse con el TEPT, así como preguntas para hacer al médico o información personal clave.
  • Mostrar atención mental ante determinados sucesos.
  • Practicar yoga o algún deporte o tarea donde se practique y controle la respiración.

En la actualidad, conseguir una mejoría notable del trastorno de estres postraumático es posible gracias a la ayuda de los diferentes profesionales del sector. Así, en nuestro Centro de Psicología especializado en el tratamiento de la ansiedad y todo tipo de terapias, ponemos nuestro equipo a disposición de cualquier persona que sufra este tipo de problema y le invitamos a hacerlo poniéndose en contacto con nosotros.

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