Skip to main content

En numerosas ocasiones, como profesionales del sector de la Psicologia hemos podido dar cuenta de lo complicado que resulta para una gran mayoría de padres detectar en sus hijos/as un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, comúnmente conocido por sus siglas TDAH.

Sin embargo, no parece nada extraño que esto suceda, ya que el TDAH, aunque se trate de una afección crónica que afecta a miles de niños/as y que normalmente persiste incluso en la edad adulta, presenta síntomas que a menudo suelen llegar a confundirse con una mera falta de interés o desatención por parte del/la menor en cuestión.

Cómo tratar el TDAH

Debido al carácter de sus síntomas, tan comunes en niños/as que se encuentran en las primeras etapas escolares, es ciertamente complicado tomar conciencia de que se está ante un TDAH siendo padres de alguien que lo padece. No obstante, existen determinados signos que nos indican que estamos ante uno de estos casos que, de forma conveniente, deberá ser valorado y tratado por expertos en Psicologia.

Así, dentro del sector, los especialistas recomendamos emplear la terapia conductual, sobre todo en niños de 6 años o más; esta es una parte imprescindible del tratamiento de los afectados por este trastorno y además puede conseguir que se reduzcan las conductas propias de este. De hecho, diversos estudios recomiendan intentar primero este tipo de terapia antes de recurrir a cualquier medicamento; ha demostrado ser tan o más eficaz que estos, cuyos efectos a largo plazo no han sido estudiados del todo.

Contáctanos directamente a través de WhatsApp

El TDAH no solo afecta a la capacidad del/la afectado/a en cuestión a la hora de prestar atención en el colegio, sino que también influye en las relaciones sociales con otros niños/as e incluso con la familia, pues normalmente suelen tener conductas perturbadoras que afectan a las personas de su entorno.

Este tipo de terapias tiene como objetivo que los niños/as aprendan o fortalezcan los comportamientos positivos eliminen los no deseados o más problemáticos. Asimismo, la terapia conductual puede incluir lo siguiente.

  • La capacitación en terapia conductual para los padres o familiares. Estos aprenden nuevas habilidades o fortalecen las ya existentes para enseñarles a sus hijos/as y guiarlos, así como para manejar su conducta. Se ha demostrado que la capacitación de los padres en terapia conductual fortalece la relación entre ambos y disminuye las conductas negativas o problemáticas de los niños/as.
  • La capacitación en terapia conductual con los niños/as de su entorno. Aquí, el terapeuta trabaja con ellos para que aprendan nuevas conductas que reemplacen las que no funcionan u originan problemas. El terapeuta también puede ayudar a los niños/as a que aprendan a expresar sus sentimientos de forma que no les generen problemas ni a ellos/as mismos/as ni a otras personas.
  • Una combinación de ambas.

Además, los maestros pueden emplear esta terapia conductual para ayudar a reducir las conductas problemáticas en el aula.

Tras diferentes investigaciones realizadas por expertos de la Psicologia, se ha llegado a diversas conclusiones que muestran las causas de este trastorno. En primer lugar, todas apuntan a factores biológicos, hereditarios y psicosociales, y la interacción es, entre los tres, la que perfila su expresión. De este modo se estima la prevalencia de TDAH en España entre un 5 y un 10 % de los/as niños/as.

Respecto a las consecuencias o repercusiones que tiene sobre el/la menor el mencionado trastorno, destacan con fuerza por encima de otras el bajo estado de ánimo, unos elevados niveles de ansiedad, problemas en el aprendizaje (y por consiguiente, cierto retraso escolar), sentimientos relacionados con la frustración y la incomprensión, una baja autoestima, problemas con las relaciones sociales en general, cierta desmotivación por las tareas escolares y actividades cotidianas y, en el menor de los casos, alteraciones neurológicas.

En cuanto a cómo diagnosticar un TDAH, es muy importante tener claro desde el primer momento que es una tarea que debe hacerse por parte de profesionales y nunca por una persona que no sea especialista en el campo, a pesar de conocer en profundidad al niño/a y ser muy cercano a él/ella. Así, resulta necesario realizar el pertinente diagnóstico diferencial para identificarlo con claridad y no dar lugar a equívocos.

Por último, resulta primordial volver a recalcar la importancia de los expertos en la materia y no de cualquier otra persona ajena a la profesión a la hora de determinar cómo debe tratarse el problema. Así, los responsables serán los encargados de tomar las decisiones pertinentes, que normalmente pasan por terapias conductualesasesoramiento para los padres, servicios educativos e, incluso, en ciertas ocasiones, medicación.

Si cree que en su casa o entorno más cercano alguien está sufriendo un caso similar a este, no dude en ponerse en contacto con nosotros. En Paz de Roda Centro de Psicología estaremos encantados de poder atenderle y darle solución lo antes posible a todas sus dudas y problemas.

Nota: Todos los artículos que aparecen en esta web pertenecen a Paz de Roda Centro de Psicología y están protegidos por los derechos de autor y normativas concordantes. Su uso está limitado a la lectura, no pudiéndose explotar, reproducir ni difundir sin señalar la fuente y sin pedir autorización expresa al centro.

Leave a Reply