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La ansiedad por enfermedad, también recibe el nombre de «ansiedad por la salud». Se trata de un trastorno de ansiedad generado por el temor excesivo a padecer una enfermedad grave. El paciente está tan preocupado que, al mínimo síntoma, piensa que está enfermo y observa continuamente su cuerpo y cualquier señal que este le pueda mandar. Es, pues, un problema que llega a interferir en el día a día y afecta al ámbito personal, laboral, social y familiar.

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¿Por qué se produce y en qué consiste la ansiedad por enfermedad?

La ansiedad por la salud puede aumentar conforme se cumplen años (por aquello de que a más edad más probabilidad de sufrir dolencias) o en situaciones de estrés. Además, hay una serie de factores de riesgo que hacen que alguien esté más predispuesto a tener ansiedad por enfermedad:

  • Experiencias personales. Cuando en la familia hay miembros con enfermedades, presumiblemente hereditarias, o se han sufrido con anterioridad ciertos problemas de salud o errores médicos. En estos casos, alguien puede desarrollar un miedo patológico a enfrentarse a una enfermedad.
  • Falta de información. A veces, se hace caso de testimonios de otras personas, que no tienen por qué ocurrir a todo el mundo. También se tiende a creer lo que se lee en diversas fuentes como libros y enciclopedias, en vez de consultar al médico, que es quien puede dar una información acertada. Todo ello contribuye a tener unos conocimientos equivocados sobre las enfermedades.
  • Control. Las personas con tendencia a necesitar tener todo controlado, con gran dificultad para tolerar la incertidumbre o los datos ambiguos, son muy propensas a sufrir ansiedad por la salud.

La ansiedad por la salud se manifiesta de diferentes formas. Algunas de ellas son:

  • Observación y exploración . La persona está pendiente todo el rato de sus funciones corporales; se autoexplora y percibe cualquier cambio como una señal de enfermedad.
  • Conversaciones sobre salud. El miedo a padecer una enfermedad lleva a que la vida gire en torno a ello. Por eso, las conversaciones con otras personas estarán siempre orientadas a la salud, los dolores y síntomas.
  • Consulta de fuentes. Quien se preocupa mucho por la salud acaba sucumbiendo a entrar en internet y consultar cualquier síntoma que tiene. Esto es del todo perjudicial, ya que las fuentes no son fidedignas y puede acarrear errores de interpretación importantes, además de acrecentar la ansiedad.
  • Visitas frecuentes al médico. Una persona ansiosa por tener alguna enfermedad acude con regularidad al médico y a todos los especialistas que puede, para buscar la confirmación de una enfermedad. Cuando los resultados son normales, experimenta un alivio. Sin embargo, esta relajación le dura poco y, enseguida, volverá a estar preocupado y a necesitar nuevas evidencias y pruebas. También hay personas que, por miedo a ser diagnosticadas de una dolencia, deciden evitar las visitas médicas.

¿Cómo ayuda la psicología en la ansiedad por enfermedad?

La psicoterapia es necesaria para abordar este problema. Hay que aprender a gestionar la ansiedad y el miedo; deja de practicar las soluciones que, hasta ahora, no han funcionado y reestructurar los pensamientos. Es preciso ahondar y determinar qué puede haber ocasionado y/o estar agravando esa ansiedad a padecer una enfermedad.

En psicología, las terapias más empleadas son las conductuales, en especial la cognitivo-conductual con tendencia integradora, enriqueciendo el proceso terapéutico con multitud de paradigmas y técnicas. Esta se adaptará a cada caso particular y se centrará en lo que más necesita el paciente.

En definitiva, la ansiedad por enfermedad es un cuadro que necesita de ayuda psicológica para superarse. Es importante aceptar que esto está ocurriendo, y comprender que no se puede vivir siempre con la preocupación por la salud. Libérate con una metodología estructura y científica.

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