La teoría de las inteligencias múltiples apareció en los años 80 de la mano de Howard Gardner. Esta establece que el enfoque tradicional de la inteligencia es insuficiente ya que no se trata de un todo único e indivisible, sino de la suma de varias inteligencias. Entre ellas, estarían la inteligencia para relacionarnos con nosotros mismos, o dicho de otro modo, la inteligencia intrapersonal.
Esta se basa en la comprensión de las emociones propias sino que también lo que compete a los pensamientos y conductas. Esta parte o faceta de la inteligencia es un pilar importantísimo para lograr el bienestar. La inteligencia intrapersonal comprende aspectos internos e inherentes a la persona. Estos aspectos son la manera de vivir las emociones, la propia gama de sentimiento, la capacidad para desechar emociones tóxicas, etc.
Se trata de uno de los ocho tipos que se plantean en la teoría de las inteligencias múltiples, junto con la lógica, lingüística, espacial, musical, corporal, naturalista e interpersonal.
Atendiendo al modelo propuesto por Gardner, el enfoque tradicional, que solo tiene en cuenta las habilidades matemáticas o lingüísticas, no es suficiente para alcanzar un correcto desarrollo, ya no solo en lo personal sino también en el desempeño profesional del individuo. No sirve de nada tener unas habilidades en el campo de las matemáticas, la lengua o los idiomas, si después no se es capaz de divulgar los conocimientos con seguridad o de relacionarse con los compañeros y superiores, para poder crecer profesionalmente.
Este modo de inteligencia abarca la autocomprensión a través de las propias emociones, pensamientos y conductas. Reconocer los múltiples sentimientos que definen a la persona y, saber gestionar la manera en que se deben manifestar o desechar es un gran paso hacia el conocimiento de uno mismo y el autocontrol.
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Ejemplos de inteligencia intrapersonal en psicología
La inteligencia intrapersonal puede ser entrenada. Es decir, se pueden llevar a cabo determinadas acciones que ayuden a incrementar esta habilidad. Si bien, aún no existen unos métodos exactos para ello, hay competencias emocionales que permiten fomentar y trabajar esta habilidad.
Una de estas competencias es el autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es una de las mejores herramientas con las que se cuenta para anticiparse y desechar ciertas emociones que pueden resultar muy dañinas. Gracias a esta habilidad, se puede desarrollar una conciencia emocional, un buen criterio de autovaloración y un gran nivel de confianza en uno mismo.
Por otro lado está la autorregulación que, en realidad, es una consecuencia positiva del autoconocimiento. Consiste en la capacidad de regular la reacción que se tiene ante ciertas emociones, pensamientos y conductas. ¿Cuántas veces se tiene una reacción desmedida ante una situación que después provoca un profundo arrepentimiento? Para evitar estas situaciones, tremendamente incómodas, se puede recurrir a una herramienta infalible: la autorregulación. De esta manera, se consigue que las reacciones y emociones sean proporcionadas, además de conseguir una mayor integridad y adaptabilidad a todo tipo de situaciones.
Por todo ello, conseguir un buen nivel de inteligencia intrapersonal es una herramienta infalible para luchar contra las consecuencias de una ruptura traumática. Esto se debe a que permite comprender mejor los sentimientos propios y trabajarlos, para incrementar, también, las capacidades. Además, la inteligencia intrapersonal y la interpersonal van de la mano, puesto que una vez que se consigue la autocomprensión, se es más hábil para empatizar con los demás.
¿Cómo lograr incrementar nuestra inteligencia intrapersonal a través de la psicología?
Las habilidades que se implican en la inteligencia intrapersonal son numerosas y conocerlas es el primer paso para poder trabajarlas. Plantearse metas, conocer las propias virtudes y desventajas y aprender a controlar los pensamientos, son recursos que pueden ayudar mucho en situaciones estresantes como es una ruptura de pareja traumática. Además de las habilidades directamente implicadas en la inteligencia intrapersonal, también están aquellas relacionadas con ella, como la disciplina personal o la búsqueda de la excelencia en lo que se emprende.
Gracias a este tipo de inteligencia, se puede aprender a encontrar la armonía a través de uno mismo y de la psicología, sin la necesidad de aprobación de terceros. Se puede aprender a gozar de la vida, a pesar de que no siempre se vayan a experimentar momentos agradables y, por supuesto, se puede aprender a desarrollar una gran resiliencia, la cual será de gran ayuda en momentos difíciles, como una ruptura traumática. Quienes estén decididos a desarrollar estas habilidades y sean conscientes de lo mucho que le puede ayudar el entrenamiento de la inteligencia intrapersonal, pueden contactar con nosotros y asistir a nuestros cursos. En ellos aprenderán mucho sobre sus emociones, sus causas y, lo más importante, cómo gestionarlas.
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