Las relaciones familiares entre padres e hijos en ocasiones se ven alteradas debido a diversos factores como los modelos parentales existentes, asimetrías en los roles establecidos, determinadas uniones o distanciamientos entre algunos de sus miembros, o la vivencia de situaciones vitales concretas que perturban la estabilidad familiar, entre las que destacan la llegada de un nuevo miembro a la familia, el comienzo de la adolescencia o la separación de los padres.

Cuando esto sucede y no se tiene en consideración, en ocasiones da lugar al establecimiento de relaciones patológicas que, con el tiempo, pueden enquistarse o llegar a fracturarse.

A veces, los hijos/as enmascaran sus sentimientoshacia

los padres y necesitan la ayuda de un tercero para identificarlos y verbalizarlos. Si crees que esta situación puede estar sucediendo en tu familia, consúltanos y te ayudaremos a remediarla, realizando un análisis causal y proporcionándoos pautas que posibiliten:

• Mejorar la convivencia y el clima familiar.
• Compartir y expresar adecuadamente las distintas emociones.
• Incrementar vuestras habilidades comunicativas.
• Aumentar las estrategias para la resolución de conflictos familiares.
• Identificar y negociar las normas de convivencia.

• Estrechar lazos emocionales sólidos y equilibrados.
• Encontrar puntos de unión y ocio familiares.
• Fomentar la empatía y la capacidad de regular la propia conducta
• Potenciar la aceptación

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