Irene Gómez, experta en Terapia Sexual, Terapia de Pareja y Coaching
Los principales problemas sexuales masculinos
La mayoría de los problemas sexuales en los hombres están causados por factores psicológicos. La ansiedad y el malestar ante el mal desempeño en la cama, las expectativas poco realistas, el rechazo y la insatisfacción femenina, la falta de comunicación sexual, el desconcierto ante el papel cada vez más activo de la mujer en la sexualidad, la preocupación y el estrés, pueden jugar malas pasadas en el rendimiento sexual.
Además de las causas psicológicas, es importante que se acuda al médico para averiguar si hay también causas orgánicas puesto que a veces el origen del problema es una combinación de ambas. Sea cual sea el motivo, la intervención psicológica es clave en la búsqueda de soluciones pues proporciona al hombre una mayor autoconfianza y satisfacción en sus relaciones íntimas y ayuda a gestionar la ansiedad, la principal enemiga en los encuentros sexuales.
Uno de los principales problemas sexuales masculinos es la disfunción eréctil o falta de erección. A pesar de que puede ser causada por enfermedades físicas como la diabetes, niveles bajos de testosterona o hipertensión arterial, a veces es solo causada por la ansiedad y el miedo al fracaso. La falta de erección se asocia con intensos sentimientos de malestar y vergüenza. La terapia sexual sirve para ayudar al hombre a manejar la ansiedad trabajando la autoestima y la autoconfianza. En el transcurso de las sesiones, se enseñan ejercicios de terapia individual y de pareja y se trabajan las emociones, creencias limitantes y posibles recuerdos traumáticos con respecto a la sexualidad.
Otro de los motivos frecuentes en consulta es la eyaculación precoz que ocurre cuando el hombre eyacula prematuramente, antes de lo que él o su pareja desearían. A través de las técnicas de la psicoterapia, se orienta al hombre para que aprenda a disfrutar de la relación sexual relajadamente. En terapia sexual, se combinan técnicas conductuales, cognitivas y emocionales para retrasar el momento del orgasmo.
En la eyaculación retardada puede ocurrir que el hombre consigue eyacular, pero retrasa mucho el momento porque se concentra más en la preocupación por hacerlo que en disfrutar del momento, o bien que no consigue eyacular durante el coito o no eyacula en ninguna de las prácticas nunca o casi nunca. En terapia se trabaja para fomentar la relajación, disminuir el nivel de exigencia y de autocontrol en todas las relaciones. Eliminando o gestionando la ansiedad, conseguimos un mayor abandono a las sensaciones, condición necesaria para el orgasmo.
Otro de los problemas sexuales masculinos más comunes es la falta de deseo sexual. En la mayoría de los casos, está relacionada con una baja autoestima, depresión, ansiedad, estrés y problemas de pareja. La buena noticia es que, si la persona está motivada, con el apoyo de un profesional de la sexología, el deseo se puede trabajar con resultados satisfactorios.
Otro de los motivos de consulta actual es la adicción al sexo, que comienza cuando la persona siente la necesidad de mantener relaciones sexuales de manera compulsiva causando conflicto con las personas más cercanas, conductas de riesgo y problemas en el trabajo. Al igual que los otros problemas sexuales, la adicción al sexo puede superarse gracias a la psicoterapia.
En definitiva, sea cual sea la dificultad, la terapia sexual es una solución efectiva para mejorar la autoestima y la confianza en la respuesta sexual, aumentar la comunicación sexual con la pareja y, en definitiva, mantener una vida sexual más plena y satisfactoria.